El Gobierno reconoció que el contexto actual de alta volatilidad de las tasas de interés tendrá un impacto directo en la actividad económica, al tiempo que prepara una nueva operación de deuda en pesos destinada a cubrir cerca de 14 billones de pesos. Esta medida busca definir tanto las tasas de interés como el volumen de pesos disponibles en el mercado, en un contexto financiero que el propio presidente Javier Milei calificó como desafiante.
Durante su intervención en la Bolsa de Comercio de Rosario, Milei señaló que la política de desinflación vigente genera un aumento de las tasas de interés, un efecto considerado inevitable para mantener el equilibrio monetario en un año electoral marcado por la incertidumbre parlamentaria. “La consecuencia es que hay menos dinero en el mercado, por lo que el financiamiento será más caro y la actividad económica podría desacelerarse”, expresó el mandatario.
Modificación de circunstancias en el ámbito financiero
La operación de deuda en pesos que se ha planificado para esta semana representa un esfuerzo por gestionar la refinanciación del stock actual y fijar las tasas de interés de referencia. De acuerdo con Milei, la otra opción habría resultado en un contexto aún más complicado, con tasas nominales muy altas, descontrol cambiario y un aumento inflacionario, impactando más gravemente en el equilibrio macroeconómico.
El aumento de los encajes bancarios impactará asimismo en las operaciones financieras. Al elevar los encajes, las instituciones bancarias deben limitar la concesión de préstamos y ajustar las tasas para renovar depósitos, lo cual incrementa el costo de los nuevos créditos y restringe el acceso al financiamiento para empresas e individuos. Analistas de Abeceb mencionaron que este mecanismo provoca una restricción en el crédito, donde la rentabilidad de los bancos podría ser afectada por morosidades e incumplimientos.
Efectos en sectores y empresas
El efecto de las tasas altas se refleja de manera diferenciada según los sectores de la economía. Informes privados destacan que, tras la caída de 0,7% de la actividad en junio, industrias clave como la manufactura, la construcción, la producción automotriz y la molienda de soja registraron retrocesos durante julio. Por el contrario, algunos rubros mostraron crecimiento, como los despachos de cemento, la producción de petróleo y la de acero.
La menor dinámica de la actividad también incide en el empleo formal, con salarios privados que aún no muestran signos de recuperación. Aunque los créditos en pesos al sector privado continúan creciendo, la tasa de mora se incrementó, indicando mayor dificultad en el cumplimiento de obligaciones financieras.
Presiones en los márgenes y capital disponible
El aumento en las tasas y la restricción del crédito ejercen presión sobre los márgenes de beneficio de las empresas y su capital de trabajo. Las compañías enfrentan mayores costos y una demanda más débil, lo que las obliga a adoptar estrategias de prudencia financiera para conservar la liquidez operacional. Al mismo tiempo, hay subidas notables en los precios al por mayor e importados, lo que dificulta a las empresas transferir esos costos al consumidor final.
Expertos señalan que el estancamiento en las ventas, junto con altas tasas y restricciones en la obtención de crédito, forzará a las compañías a modificar sus tácticas de inversión y gasto, enfocándose en la eficiencia y en salvaguardar su flujo de caja frente a la incertidumbre económica global.
Análisis futuro inmediato y de mediano plazo
El panorama financiero seguirá siendo tenso hasta las elecciones, de acuerdo con analistas privados, con tasas de interés elevadas y un tipo de cambio estable. Posterior a los comicios, se anticipa un posible ajuste entre tasas y dólar, lo cual podría reducir la presión sobre la economía y permitir alguna recuperación hacia finales del año.
Las elecciones de política monetaria, el entorno electoral y los cambios en la regulación presentan retos importantes para el Gobierno, el sector financiero y las compañías, obligando a todos los involucrados a actuar con prudencia y a manejar estratégicamente el riesgo.