El fabricante de vehículos ha comunicado una nueva campaña de revisión a nivel mundial, impactando a centenares de miles de modelos Jeep híbridos, debido a la identificación de defectos en sus acumuladores de energía que han originado diversos conatos de incendio.
Stellantis, uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo, confirmó esta semana una llamada a revisión de aproximadamente 375.000 vehículos Jeep Wrangler y Grand Cherokee híbridos enchufables (4xe), debido a un defecto en el sistema de batería que ha sido vinculado con varios incidentes de incendio. La empresa instó a los propietarios a estacionar sus vehículos al aire libre y lejos de estructuras hasta que se implemente una solución definitiva.
La decisión se produce luego de 19 reportes de incendios y una lesión relacionada, lo que ha encendido las alarmas en la industria y entre los consumidores. Según el comunicado oficial, alrededor de 320.000 unidades afectadas se encuentran en Estados Unidos, mientras que el resto está distribuido entre Canadá, Europa y otros mercados internacionales.
Modelos afectados por la campaña de revisión
La medida abarca los modelos Jeep Wrangler 4xe fabricados entre 2020 y 2025, así como los Jeep Grand Cherokee 4xe producidos de 2022 a 2026. Ambos vehículos pertenecen a la línea de híbridos enchufables de Stellantis, que combina un motor a combustión con un sistema eléctrico para ofrecer mayor eficiencia energética y reducir emisiones.
No obstante, la misma innovación que impulsa la movilidad ecológica ha generado inquietud, tras detectarse riesgos de sobrecalentamiento y combustión en las baterías de alto voltaje. Stellantis ha confirmado que la indagación sigue en marcha, pero ha garantizado que la solución técnica está a punto de ser aplicada. Por ahora, los dueños de estos vehículos deben abstenerse de recargarlos y mantenerlos apartados de áreas confinadas, una medida cautelar destinada a reducir la posibilidad de incendios.
La raíz del inconveniente: un defecto en las pilas
Las investigaciones apuntan a que el defecto se encuentra en las baterías fabricadas por la empresa surcoreana Samsung SDI, proveedor habitual de componentes eléctricos para Stellantis y otros fabricantes globales. Ambas compañías realizaron un estudio conjunto que permitió identificar daños en los separadores internos de las celdas de batería, un elemento crítico que impide el contacto entre los polos positivo y negativo.
De acuerdo con los resultados iniciales, la conjunción de microdaños y procesos químicos volátiles en las celdas habría sido la causa del aumento de temperatura que originó los fuegos. Esta misma situación ya se había documentado en una campaña de retirada previa de 2024, que afectó a más de 150.000 vehículos Jeep híbridos, los cuales también utilizaban baterías de Samsung SDI.
A pesar de las reparaciones realizadas durante las campañas de 2023 y 2024, los vehículos que fueron intervenidos deberán pasar nuevamente por revisión, ya que el software de actualización aplicado en aquel momento no logró eliminar por completo el riesgo de combustión. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) fue notificada oficialmente del nuevo proceso, el cual abarcará tanto a los modelos previamente intervenidos como a los más recientes.
Una serie de fuegos que inquietan al sector
Stellantis admitió haber recibido nueve reportes de incendios en vehículos que ya habían sido reparados bajo la campaña anterior, y otros diez casos adicionales en unidades que no formaban parte de aquel llamado. Aunque en la mayoría de los incidentes los autos se encontraban estacionados y sin carga activa, la compañía optó por emitir la advertencia global como medida de seguridad.
Samsung SDI, por su parte, aún no ha emitido un pronunciamiento público respecto a la investigación. No obstante, documentos internos señalan que el origen del problema podría estar vinculado al deterioro del separador, un componente que se ve afectado por factores como la temperatura, la vibración y la degradación natural del material con el uso.
El suceso ha provocado preocupación en la industria automotriz, la cual ha impulsado en años recientes una veloz migración hacia la electrificación. Esta clase de desperfectos, si bien son inusuales, desafían la fe del público en la fiabilidad de los automóviles eléctricos e híbridos, y fuerzan a las empresas a fortalecer sus revisiones de calidad en elementos esenciales como las baterías de ion-litio.
Una respuesta inmediata de Stellantis
La empresa italo-francesa aseguró que está trabajando de manera prioritaria en una solución técnica definitiva que elimine el riesgo identificado. En su comunicado, Stellantis subrayó que el llamado a revisión no afecta a los vehículos equipados con sistemas de propulsión totalmente eléctricos, ni a los modelos híbridos convencionales sin enchufe.
Asimismo, la empresa aconsejó a los dueños que eviten recargar las baterías hasta obtener las instrucciones del concesionario oficial, y que aparcar los automóviles lejos de casas o edificaciones cerradas constituye una precaución provisional para asegurar la protección.
La compañía ha fortalecido sus vías de interacción con la clientela y los distribuidores, comprometiéndose a notificar de inmediato en cuanto las soluciones de reparación estén listas. Se anticipa que el procedimiento de inspección comience en las próximas semanas y no tendrá costo para los dueños perjudicados.
Impacto global y contexto reciente
El más reciente aviso de revisión se añade a otras iniciativas de seguridad emprendidas por Stellantis durante 2025, como la retirada de cerca de 300.000 automóviles en Estados Unidos debido a un posible movimiento no deseado. Estos sucesos ponen de manifiesto la intrincada dificultad que afrontan los productores de vehículos al incorporar innovaciones tecnológicas en sus procesos de fabricación, donde la fusión de la ingeniería mecánica, el software y la química de vanguardia demanda estándares de exactitud cada vez mayores.
El incidente reaviva el debate acerca de la corresponsabilidad entre los productores de vehículos y los suministradores de acumuladores de energía. Aunque Stellantis encabeza las acciones correctivas, Samsung SDI se encuentra bajo escrutinio por su participación en la fabricación de las celdas defectuosas; no obstante, ambas empresas colaboran estrechamente para localizar y subsanar la falla.
Hacia una movilidad más segura
La coyuntura ha reactivado la discusión acerca de la protección en automóviles eléctricos e híbridos enchufables, particularmente en un escenario donde el interés por esta clase de vehículos sigue en aumento. Pese a las dificultades, los especialistas concuerdan en que los episodios de combustión en baterías continúan siendo esporádicos si se compara con la cantidad global de unidades operativas, y que la identificación precoz de anomalías evidencia un progreso notable en los procedimientos de monitoreo y reacción.
Stellantis ha reiterado su compromiso con la seguridad del consumidor y la innovación responsable, destacando que el incidente, aunque preocupante, forma parte del proceso de perfeccionamiento de una tecnología en constante evolución. La compañía prevé implementar controles más rigurosos en la producción y certificación de baterías para prevenir fallas similares en el futuro.
Mientras tanto, los dueños de un Jeep Wrangler y un Grand Cherokee 4xe deben estar pendientes de los avisos oficiales y acatar las pautas de seguridad indicadas. Con la investigación en curso y una solución técnica en desarrollo, Stellantis tiene como objetivo principal recuperar la credibilidad en su gama de vehículos híbridos y asegurar la durabilidad de sus sistemas eléctricos en el futuro.
La campaña de retirada que afecta a más de 375.000 vehículos utilitarios deportivos híbridos de la marca Jeep constituye uno de los retos técnicos y operativos más significativos que Stellantis ha enfrentado últimamente, aunque también ofrece la posibilidad de consolidar la claridad, la protección y la credibilidad del cliente en un sector que se dirige hacia una era eléctrica.
