Un nuevo informe conjunto de UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial ha lanzado una alerta mundial sobre la persistente amenaza que representa la malnutrición infantil. A pesar de los avances previos en la lucha contra la malnutrición, el informe revela que millones de niños en todo el mundo siguen atrapados en un ciclo de desnutrición. El estancamiento en la reducción del retraso en el crecimiento, los altos niveles de emaciación y el exceso de peso infantil amenazan con frenar el desarrollo de toda una generación, dejando secuelas físicas, sociales y económicas.
El informe titulado «Joint Malnutrition Estimates», que abarca los datos de 2000 a 2024, proporciona una visión clara de la situación alarmante en la que se encuentran los niños más vulnerables. Las cifras revelan que, a pesar de los esfuerzos globales, los avances han sido insuficientes para erradicar las formas más severas de malnutrición.
Datos alarmantes sobre la situación de la desnutrición en la infancia
Según los datos del informe, la magnitud de la malnutrición infantil sigue siendo alarmante a nivel mundial:
- 150,2 millones de niños menores de cinco años sufren de retraso en el crecimiento, lo que significa que no alcanzan una altura adecuada para su edad.
- 42,8 millones de niños padecen emaciación, una condición en la que el peso es bajo en relación con la altura. De este grupo, 12,2 millones presentan formas graves de emaciación, un riesgo inmediato para su vida.
- 35,5 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso, una cifra que también ha ido en aumento.
Estas cifras no solo reflejan un problema nutricional, sino también un estancamiento en la progresiva mejora de la salud infantil a nivel global. A pesar de los esfuerzos y políticas implementadas en los últimos años, los avances han sido limitados, especialmente en la reducción del retraso en el crecimiento, que se ha mantenido estancado. Lo mismo ocurre con el sobrepeso infantil, cuyo control sigue siendo un reto para muchos países.
Además, se destaca que solo un tercio de los países del mundo están avanzando hacia los objetivos establecidos para la reducción del retraso en el crecimiento hacia 2030, y tan solo un 17% de los países muestran progresos en la reducción del sobrepeso infantil.
Diferencias regionales y el incremento de la desnutrición en África
El informe también pone de manifiesto las disparidades regionales en cuanto a la malnutrición infantil. Asia es la región que concentra más de la mitad de los casos de retraso en el crecimiento (51%), mientras que África representa el 43%. Lo más preocupante es que, en África, el número absoluto de niños con retraso en el crecimiento ha aumentado en los últimos 12 años. En 2012, 61,7 millones de niños sufrían esta condición, mientras que en 2024 esa cifra ha subido a 64,8 millones.
Este aumento en África pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar los sistemas de salud y nutrición en la región. Aunque los avances en otras áreas han sido significativos, la malnutrición sigue siendo un obstáculo insuperable para muchos países africanos, lo que pone en peligro el futuro de millones de niños.
Efectos prolongados de la desnutrición en la infancia
Los efectos de la desnutrición en la niñez se extienden más allá de las consecuencias físicas inmediatas. El crecimiento deficiente no solo impacta la salud corporal de los menores, sino que también afecta directamente su desarrollo mental, su desempeño académico y sus futuras oportunidades económicas. Los menores que sufren de desnutrición grave pueden experimentar problemas cognitivos que limitan su habilidad para aprender, lo que, a largo plazo, disminuye sus posibilidades de obtener una educación de calidad y, en consecuencia, un mejor porvenir.
En cambio, la pérdida extrema de peso, si no se aborda prontamente, incrementa el peligro de muerte en la infancia. La falta severa de nutrientes, sobre todo en los años iniciales, puede afectar la habilidad del organismo para combatir infecciones y padecimientos, poniendo en riesgo la vida de los menores más indefensos.
Un llamado urgente a la acción
UNICEF, la OMS y el Banco Mundial están de acuerdo en que una alimentación adecuada es esencial para que los niños vivan, crezcan y se desarrollen completamente. La falta de progresos constantes en la batalla contra la desnutrición podría reducir el potencial de toda una generación si no se aplican pronto acciones inmediatas.
Las organizaciones instan a los gobiernos, las instituciones internacionales y las comunidades a redoblar sus esfuerzos para garantizar que todos los niños tengan acceso a una nutrición adecuada. Esto implica no solo mejorar la disponibilidad de alimentos saludables, sino también fortalecer los sistemas de salud y de educación, así como implementar políticas que aborden las causas subyacentes de la malnutrición, como la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos y la inseguridad alimentaria.
El reporte finaliza con una potente llamada a la acción, subrayando que una alimentación adecuada es esencial para asegurar un porvenir saludable y exitoso. En un contexto donde el mundo se enfrenta a problemas crecientes en sostenibilidad, la alimentación de los niños continúa siendo un elemento crucial para garantizar el bienestar de las futuras generaciones.