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Explorando el estilo de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton

Nicolas Ghesquière ha dejado una huella indeleble en la casa Louis Vuitton desde el inicio de su dirección creativa en 2013. Su llegada representó una transformación significativa en la identidad visual y conceptual de la histórica marca francesa. Explorar el estilo distintivo de Ghesquière implica analizar el equilibrio entre innovación y herencia, detalles técnicos y artesanía, así como la manera audaz en la que ha reinterpretado los códigos de la moda contemporánea a través de Louis Vuitton.

La fusión de pasado y futuro

Una de las características más notables del estilo de Ghesquière es su habilidad para mezclar lo histórico con perspectivas futuristas. El diseñador aborda cada colección como una narrativa en la que el pasado y el presente dialogan constantemente. Ejemplo de ello se observa en su primera colección para Louis Vuitton, donde apostó por siluetas inspiradas en los años setenta e integró materiales de alta tecnología, como tejidos metalizados y detalles reflectantes.

El concepto de tiempo híbrido es esencial en su propuesta. Ghesquière redescubre archivos de la maison, revalorizando elementos icónicos como los baúles y bolsos, pero los convierte en objetos de deseo contemporáneos mediante innovaciones en formas, texturas y acabados. Así logra que Louis Vuitton sea relevante para nuevas generaciones sin desvirtuar su legado.

Arquitectura y estructura en prendas

Un rasgo distintivo adicional del diseñador es su perspectiva arquitectónica aplicada a la vestimenta. Ghesquière ha manifestado repetidamente su fascinación por la estructura, lo cual se evidencia en sus diseños a través de cortes geométricos, hombros prominentes, manipulaciones de proporciones y uniones sorprendentes. Las chaquetas, reinventadas con solapas asimétricas y cinturas ceñidas, han llegado a ser elementos icónicos de su labor para la firma.

Este estilo estructural se nutre de la arquitectura actual y de elementos art déco, los cuales han fascinado al diseñador desde su niñez. Cada pieza de vestir se concibe como una edificación, donde cada puntada y cada material poseen un propósito y una relevancia. Esta perspectiva confiere a la mujer de Louis Vuitton una apariencia poderosa, confiada y claramente vanguardista.

Elementos con un toque de futuro

La estética de Ghesquière para Louis Vuitton se caracteriza por componentes de origen tecnodigital, manifestados en el uso de vinilo, neopreno, brocados metálicos, bordados holográficos y calzado con apariencia espacial. Esta inclinación hacia lo vanguardista no es casualidad, ya que el creador ha manifestado su interés por la ciencia ficción y el ámbito de los videojuegos, aspectos que se reflejan claramente en diversas de sus colecciones.

Por ejemplo, la colección de otoño-invierno de 2016 rindió homenaje a la cultura pop y a la nostalgia digital, incorporando gráficos pixelados y complementos que recordaban a microchips y circuitos electrónicos. La colección Crucero de 2017, exhibida en el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (Brasil), demostró su capacidad para fusionar arquitectura, arte y moda, con vestidos cortados con láser y chaquetas «circuito» llenas de impacto visual.

Actualización de los accesorios emblemáticos

Louis Vuitton se encuentra intrínsecamente ligada a sus accesorios, y en este ámbito se manifiesta otra de las aportaciones fundamentales de Ghesquière. La cartera Petite Malle, cuya inspiración proviene de los afamados baúles de viaje, encapsula su ideología: honrar los emblemas del pasado, pero dándoles una nueva lectura contemporánea. Desde su introducción, este diseño ha demostrado cómo un artículo puede transformarse de meramente práctico a un verdadero ícono gracias a la perspectiva del creador.

Los zapatos y cinturones también reflejan ese afán de innovación, con materiales experimentales y formas inesperadas. No hay temor a combinar cuero clásico con resinas traslúcidas, cadenas industriales con la tradicional lona monogramada, demostrando que la modernidad y el lujo no son excluyentes, sino complementarios.

Independencia y diversidad estética

Nicolas Ghesquière ha modificado la percepción de la mujer Louis Vuitton, otorgándole independencia y una vasta gama de inspiraciones. Sus propuestas de moda se inclinan por la variedad de formas, géneros y estilos, distanciándose del arquetipo femenino tradicional. Frecuentemente, el creador integra componentes masculinos, indumentaria militar, prendas deportivas e incluso toques punk, lo cual resalta la perspectiva de libertad en su mensaje.

Además, la elección de sus embajadoras y musas —que incluye a actrices icónicas como Jennifer Connelly y Léa Seydoux, junto a prometedores talentos globales— subraya la noción de que el lujo y la moda deben interactuar con el arte y la situación social actual.

Casos emblemáticos y recepción global

La repercusión crítica y comercial de Ghesquière en Louis Vuitton se manifiesta tanto en los desfiles internacionales como en la presencia de la maison en la cultura popular. Ejemplo notable es la colección primavera-verano 2022, con sus capas de tul translúcido y vestidos estructurados, que generó titulares por reinterpretar la estética barroca desde un prisma actual. Otro hito relevante es la colaboración con la icónica serie japonesa “Final Fantasy”, que reforzó la transversalidad de su propuesta y acercó la marca a nichos de público inesperados.

El impacto de su trabajo también se ve en museos y exposiciones, como la retrospectiva “Volez, Voguez, Voyagez – Louis Vuitton”, donde se destaca su aporte como eslabón entre los 160 años de tradición y el futuro de la maison.

Pensar el lujo desde el presente

La estética de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton va más allá de las modas pasajeras, consolidándose como una prueba de que la moda es una vivencia que estimula los sentidos y el intelecto. Cada pieza de vestuario y complemento surge de una incesante exploración de la relevancia y la contemporaneidad. Su perspectiva replantea el concepto de lujo: ya no es solo una etiqueta de distinción, sino una manifestación de ingenio, herencia y progreso.

La combinación de lo pretérito, lo actual y lo venidero nos lleva a reflexionar que el auténtico valor de una marca radica en su habilidad para transformarse sin renunciar a su identidad. Ghesquière evidencia que la originalidad puede coexistir con la innovación, y que tanto en el ámbito de la moda como en el de la historia, la evolución constante es fundamental para mantener la pertinencia.

jhenny dandrea
Jenny D'Andrea

Acerca del autor de la publicación

Por Jenny D'Andrea

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