09
Ago
En China, un fenómeno que parecía impensable se ha vuelto cada vez más común entre los jóvenes desempleados del país. A medida que la economía desacelera y la tasa de desempleo juvenil alcanza cifras alarmantes, algunos jóvenes han comenzado a pagar para ir a oficinas simuladas y fingir que están trabajando. Este tipo de oficinas, que imitan espacios laborales reales, han proliferado en las principales ciudades del país, como Shanghái, Shenzhen y Nanjing, en respuesta a la creciente dificultad de encontrar empleo en un mercado laboral saturado.Este comportamiento ha sido impulsado por la desesperación de muchos graduados universitarios que, al…
